NUEVA SEDE PARA LA SECCIÓN VISIGODA DEL MUSEO DE ARTE ROMANO DE MÉRIDA

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VISIGODO10Diseño de logotipos por Javier Fernández de Molina

SITUACIÓN: Calle de la Guardia Civil, Mérida. >>Abrir en GOOGLE MAPS
FECHAS: concurso (2010, cuarto clasificado)
PROMOTOR: Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura, Ministerio de Cultura
ARQUITECTOS: José Antonio Carbajal Navarro, Nicolás Carbajal Ballell, Rodrigo Carbajal Ballell y José Luis Daroca Bruño
ARQUITECTOS COLABORADORES: Eva Muñoz Romero, Fernando Moreno Humanes y Tomás Osborne Ruíz
ARQUITECTOS TÉCNICOS: Roberto Alés Méndez y Rosalino Daza Fernández
DISEÑO GRÁFICO: Ceferino López y Javiér Fernández de Molina
MUSEOGRAFÍA: Ingeniería Cultural SA
ARQUEOLOGÍA: Tera SL
CONSULTORAS: Edartec Consultores SL (Estructura) y Ove Arup & Partners (Instalaciones)

Levantar un edificio sobre restos arqueológicos que valoramos, teniendo a los pies las ruinas aún vivas del Teatro y Anfiteatro romanos, y enfrente, no muy alejada, una de las obras más notables de la Arquitectura Española Contemporánea, no es tarea fácil aunque no por ello menos atractiva. En este contexto, desearíamos recurrir a una arquitectura que siendo eficaz en el cumplimiento de sus objetivos, fuera al tiempo contenida en sus formas y dimensiones, anónima en lo posible, callada, y con capacidad de adaptarse con naturalidad a aquel lugar y aquel terreno. Sin embargo, el amplio programa de usos y superficies solicitadas, la altura de edificación demandada para estos usos, y la imposibilidad de ocupar el subsuelo sin dañar los restos arqueológicos excavados, de alguna forma condicionan esas intenciones.
Una vez comprobado que la superficie del solar (deducidas las áreas destinadas a mostrar los restos arqueológicos y las imprescindibles a ocupar por el vestíbulo, accesos de personal vinculado al museo y muelle de carga y descarga) es insuficiente para la situación en planta baja de los almacenes como constructivamente hubiera sido razonable, proponemos una edificación en tres plantas, es decir, una planta de acceso, otra de almacenaje y una tercera expositiva. La planta baja será en gran parte destinada a la muestra de los restos arqueológicos conservados “in situ”, al vestíbulo, cafetería y distintos accesos de personal y bienes culturales. La planta primera, a las secciones de almacenaje y sus dependencias de apoyo. Y la planta segunda, a los espacios expositivos temporales y permanentes. Al tiempo se situarán en ella los despachos de investigadores, técnicos y administrativos del museo.
Decir, finalmente, que en la formalización de este museo y con independencia de las ideas antes expresadas, perseguimos una arquitectura contemporánea no exenta de un cierto clasicismo, una arquitectura atemporal, capaz de aunar nuevas tecnologías con los viejos modos de hacer que han caracterizado en general la construcción de los cascos históricos extremeños, una construcción sólida, a veces dura, siempre serena, de volúmenes sencillos, texturas cálidas y precisa disposición de los huecos de ventanas y miradores.
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