SITUACIÓN: Calle Guadalcobacín, Ronda (Málaga). >>Abrir en GOOGLE MAPS
FECHAS: concurso (2012)
PROMOTORES: Ayuntamiento de Ronda
ARQUITECTOS: José Antonio Carbajal Navarro, Nicolás Carbajal Ballell y Rodrigo Carbajal Ballell
ARQUITECTOS COLABORADORES: Eva Muñoz Romero y Fernando Moreno Humanes
El solar elegido para la construcción de ambas edificaciones, estación y biblioteca, se apoya en uno de los ejes de acceso más frecuentados de Ronda, el de Guadalcobacín, una vía de tráfico denso, pesado, lento, por la que vehículos y peatones transitan para salir o entrar en la ciudad a través de un paso a nivel de ferrocarril como si una de sus puertas se tratara. En sus márgenes se levantan equipamientos deportivos y docentes, comercios, espacios que parecen generar una intensa actividad. Incluso el propio solar es utilizado como aparcamiento de camiones de gran tonelaje. Se percibe movimiento y agitación y, sobre todo, falta de espacios para la pausa. Digamos que es la otra cara de la Ronda “Ilustrada”, serena y apacible, la Ronda del Tajo y sus puentes, del Parador y la Plaza, de las estampas y viajeros románticos.
Aceptado este orden no fácil de comprender, con nuestra propuesta tan sólo pretendemos asignar dentro del solar una posición adecuada a la estación de forma que autobuses y viajeros puedan acceder a ella y abandonarla con facilidad, y a su vez encontrar el lugar más razonable para la biblioteca. Ambas, una bulliciosa la otra callada, una de tránsito la otra de estancia, habrán de convivir en proximidad.
La estación dispondrá de un umbráculo o marquesina que proteja del sol y de la lluvia a las doce dársenas y andenes solicitados, y de un área cerrada y controlada que reúne los espacios de servicio. Las dársenas trazadas en abanico y con el giro de acceso en el sentido de las agujas del reloj como es obligado, separadas por andenes para la subida y bajada de viajeros, a los que podrá accederse tanto desde el exterior como desde las zonas de espera del vestíbulo.
Al vestíbulo, desde el que podrá observarse la llegada y salida de autobuses, darán frente en el lado opuesto al de los andenes, las taquillas o despachos para expedición de billetes (nueve), las tiendas y quioscos de prensa (tres), la consigna, los aseos públicos, la cafetería y el área de gestión y dirección. Tanto esta última como la cafetería y el pasillo de acceso a las taquillas tendrán accesos independientes desde el exterior.
De otro lado la estación también dispondrá de una nave taller, de un pequeño cuarto de instalaciones próximo al área de gestión, y de un grupo electrógeno. En cuanto al centro de transformación hoy existente en el solar, se ha previsto reubicarlo de forma que continúe apoyado en la vía de acceso.
Pensamos que el segmento de corona circular que comprende el vestíbulo y los espacios de servicio, actuará de colchón acústico con respecto al área más ruidosa de la estación, la de dársena y andenes. Frente a esta corona hemos situado el acceso a la biblioteca, una construcción de forma cilíndrica en la confianza de que esta superficie perimetral convexa colabore a reflejar y dispersar el ruido exterior. Por idénticos motivos la biblioteca recibirá luz natural fundamentalmente desde su cubierta. Abundando en ello, se ha previsto la plantación de arboleda entre estación y biblioteca y entre solar y vías del ferrocarril.
En consecuencia la biblioteca será un edificio volcado hacia su interior, y que se abre al exterior en puntos muy específicos y siempre a través de espacios controlados por su envolvente. Proyectada en dos plantas, en la baja situamos el vestíbulo frente al control de acceso e información, el vestíbulo permitirá a su vez el acceso a la sala polivalente. Salvado este control, ocupan esta planta la sala de lectura infantil, la hemeroteca, los despachos de investigadores, la dirección y administración, los aseos y la subida a la planta superior. En ésta situamos la pequeña mediateca y la sala de lectura, que como decíamos recibe luz cenital a través de lucernarios de orientación norte.
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