SITUACIÓN: Grane, Noruega. >>Abrir en GOOGLE MAPS
FECHAS: concurso (2008)
PROMOTOR: Museo Helgeland
ARQUITECTOS: José Antonio Carbajal Navarro, Nicolás Carbajal Ballell y Rodrigo Carbajal Ballell
ARQUITECTOS COLABORADORES: Eva Muñoz Romero, Fernando Moreno Humanes, Tomás Osborne Ruíz e Ingvild Thommesen Sæbø
Se trata de un Centro de Interpretación acerca de una serie de construcciones tradicionales conservadas en la localidad de Grane, antiguas cabañas de madera cuyo uso está ligado a la pesca. La intervención se centra en una franja perpendicular al río, respetando las masas arboladas y manteniendo cierta distancia con las edificaciones existentes. Un eje peatonal conduce desde la carretera hasta un nuevo embarcadero junto al río. A lo largo de él se encuentran el centro de visitantes y las nuevas cabañas. Este camino delimita el ámbito del proyecto respecto de la zona de acampada prevista.
El edificio del museo se sitúa junto al acceso desde la carretera para ser el elemento que recibe a los visitantes de la zona. Los aparcamientos junto a él, para iniciar los distintos recorridos peatonales. Su posición está pensada para establecer una relación directa con el edificio “Husflidhytta”, una de las construcciones existentes, que albergará la cafetería-restaurante. Entre ambas piezas se crea una zona comunitaria con un pequeño graderío hundido para espectáculos al aire libre. El programa incluía espacios para alojamiento de los visitantes del Centro, nuevas cabañas que se organizan alrededor de pequeñas plazas cubiertas por pérgolas, con la idea de favorecer su uso por grupos y respetando cierta distancia con las antiguas. Se han agrupado intencionadamente para evitar una excesiva ocupación de terreno, para que su impacto sobre el arbolado sea menor y para fomentar la convivencia a la vez que facilitar su mantenimiento.
Por último, un pequeño embarcadero hará visible la intervención sobre el río y cerrará la secuencia de recorridos por la zona.
Las construcciones proyectadas se realizarán con técnicas sencillas, predominando el uso de la madera para elementos estructurales, revestimientos o carpinterías y el zinc en elementos de cubrición.
El museo cuenta con una organización sencilla y flexible, una sucesión de naves iluminadas cenitalmente conectadas entre sí mediante puertas correderas, que permiten ampliar o compartimentar los espacios. Las cubiertas inclinadas introducen la luz natural y sirven para fragmentar el volumen, reduciendo su impacto visual en el lugar y manteniendo una vinculación formal con las construcciones vecinas. Las salas disponen de algunos ventanales hacia el paisaje, lo que permite establecer una relación visual directa entre los contenidos expuestos y el lugar.
Las nuevas cabañas se organizan agrupadas de dos en dos alrededor de pequeñas plazas ligeramente elevadas sobre el terreno. Estas plazas respetan tanto el terreno, evitando excavaciones, como la vegetación y el arbolado, taladrando su superficie cuando es necesario. Se simplifica la cimentación y se evitan humedades. Se trata de volúmenes sencillos construidos con madera, como las existentes, pero con un lenguaje formal contemporáneo. Pensamos que parte del respeto a las antiguas consiste no solo en mantener cierta distancia con ellas sino en no pretender reproducir sus características literalmente. Se han proyectado tres tipos de cabañas diferentes pensando en distintos grupos de visitantes. Uno de los tipos puede agruparse permitiendo una ocupación doble. Cada agrupación dispone de una sala común y un lugar para preparar el pescado.
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